El contrato de Sergi Guardiola por el Barcelona, que lo había fichado para un filial que está en puestos de descenso en Segunda División B, duró una tarde, apenas ocho horas. Resulta que el delantero de 24 años, nacido en Manacor, prodigó insultos a Cataluña y ninguneó al Barça en un clásico celebrado en octubre de 2013, todo a través de su cuenta de Twitter. La entidad azulgrana, al conocer la noticia —que desconocía a la hora de incorporarlo—, reunió a sus abogados por la noche para poder despedir al futbolista. “El FC Barcelona comunica que ha decidido rescindir el contrato que había firmado esta tarde con el jugador Sergi Guardiola, después de comprobar que había publicado tuits ofensivos contra el barcelonismo y Cataluña”.
Ocurre que el Barcelona B fichó ayer de una tacada al centrocampista Xemi Fernández (Cornellà) y al lateral izquierdo Moisés Delgado (Sevilla Atlético), además de de dar el alta al portero Jokin Ezkieta, que llega de Osasuna, y el delantero Daniel Romera, del Almería —que ya se entrenaban con el equipo—, y otorgarles ficha a Paik y Lee, que estaban bajo la sanción de la FIFA. Del mismo modo, también está pendiente de oficializarse la llegada del brasileño Robert Gonçalves —falta un documento oficial y que termine las pruebas médicas—, procedente del Fluminense. Pero la noticia fue Sergi Guardiola, que rescindió hace unas semanas el contrato con el Alcorcón y que ha durado un suspiro en el Barça por sus tuits incendiarios, por más que después se empeñara en borrarlos y en proteger su cuenta en la red social. “Llegó la hora del clásico... ¡Hala Madrid!”, se arrancó en 2013. “Hala Madrid, puta Cataluña”, prosiguió. Y completó: “Hoy puta Cataluña y siempre hala Madrid”.
Hay al menos un precedente no muy lejano de una situación similar, que se dio en el Deportivo. En julio pasado, después de contratar a Julio Rey de La Pobla de Mafumet, tiraron atrás el fichaje por lo mismo, por unos mensajes en Twitter donde escribió: “Puta Depor, puta Riazor”. Entonces, el jugador pidió perdón por sus comentarios públicamente, pero el Depor no dio marcha atrás. Tampoco lo hará el Barcelona, que después de enviar el comunicado del club, llamó al futbolista para darle la notificación de su despido. Por otra parte, la entidad espera cerrar el traspaso de Grimaldo (lateral del Barça B) al Benfica en una operación que rondaría el millón de euros.
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