El Real Madrid prolongó el estado de euforia que desató su clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones, goleó en el campo del Getafe y metió presión a la Liga BBVA aposentado en la segunda plaza de la tabla y solo con un punto de desventaja respecto al liderato que conserva el Barcelona.
Lejos de ser invadido por el exceso de confianza que preocupaba a Zinedine Zidane, el conjunto blanco hizo con premura sus deberes. Cumplió con creces ante un rival a la deriva. Superó al Atlético de Madrid en la tabla y su sombra ya planea por la nuca del conjunto azulgrana. Limitó el margen de error de sus rivales.
El cambio de técnico en el Getafe, que estrenaba en su banquillo a Juan Eduardo Esnaider, no advirtió la llegada de tiempos mejores. Es el nuevo colista el conjunto del sur de Madrid, en plena pelea por el descenso en la que también anda inmerso el Sporting, que salió con un insuficiente punto del Insular (1-1).
Siete victorias seguidas suma en la Liga el Real Madrid, que ha ganado todo desde que perdió en el Santiago Bernabeu contra el Atlético Madrid. En el Coliseum, le valió con el talento del francés Karim Benzema y el estímulo del colombiano James Rodríguez e Isco Alarcón.
La primera parte acabó con los goles del francés y del malagueño y comenzó la segunda con una cabalgada de Gareth Bale, que dejó su sello. Culminó la tarde con un tanto de James que coronó su actuación y con otro de Cristiano, que sació su hambre de gol. El Real Madrid ganó, se esforzó lo justo, no se lesionó nadie, algunos jugadores salieron reforzados y sumó tres puntos para acosar al Barcelona y asustar al Getafe, que lleva trece partidos sin ganar y que cada jornada que pasa se acerca más a Segunda División.
La tarde aparcó los asuntos de la cabeza para centrarse en la salvación. La pelea por la permanencia se agita tras la victoria del Levante el viernes ante el Espanyol, que reanima las esperanzas valencianas. En esos asuntos anda metido también el Sporting, que se enfrentó a Las Palmas en El Insular. Igualaron ambos (1-1) en un partido marcado por dos goles tempraneros al inicio de cada tiempo. Un resultado que permite a los canarios alcanzar la barrera de los 40 puntos, mientras que los asturianos continúan en situación comprometida porque el empate parece insuficiente.
En un encuentro sin objetivos en medio aprovechó el Eibar para poner fin a su mala racha y truncar la buena trayectoria de la Real Sociedad en el derbi guipuzcoano.
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