Iban 25 minutos, Real Madrid caía 2-0 de visitante ante Wolfsburgo y la impotencia de sus jugadores se notaba en cada acción del partido. Pero nadie se habría imaginado que podría llegar tan lejos.
Porque el futbolista alemán Toni Kroos embistió a Vieirinha en una jugada donde elevó de más el codo y le generó la pérdida de un diente. El árbitro ni siquiera lo sancionó con una tarjeta amarilla, lo cual fue reclamado por los jugadores de Wolfsburgo. ¡Imperdonable!
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