Los violentos episodios protagonizados en el pasado por el delantero uruguayo, con mordidas incluidas, siguen creando repercusiones de todo tipo en el ambiente del fútbol. En el clásico entre Espanyol y Barcelona, los locales le tiraron vegetales al goleador al grito de “conejo, conejo”.
Afortunadamente no pasó a mayores y el punta se dedicó solamente a jugar. Al parecer, las agresiones a mordiscones del goleador “charrúa” no son olvidadas por los fanáticos de este deporte y los seguidores del equipo catalán lo dejaron bien claro: le arrojaron zanahorias al ex Liverpool y hasta le gritaron “conejo, conejo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario