Hay un dicho que viene a decir que es bueno que hablen de uno, aunque sea mal. No obstante, no parece cumplirse con Neymar, que en las últimas semanas se está viendo salpicado por las cifras con las que el Barcelona logró su fichaje. El futbolista que está destinado a ser la imagen de Brasil en el Mundial de este próximo verano y la del Barcelona en el resto del mundo, estaba siendo hasta el momento un filón. Todos los patrocinadores querían contar con sus servicios. Sin embargo, ahora parece que su imagen se ha resentido y las ofertas que estaba recibiendo se han ido frenando.
Las grandes casas comerciales no quieren que se vinculen su nombres a una persona que puede ser vista con recelo o de la que se puede sospechar, aunque en su fichaje por el Barça no tenga nada de culpa. La demanda interpuesta a Sandro Rosell por el socio Jordi Cases y la publicación de todas las cifras y comisiones que se pagaron para lograr que El Mohicano abandonara el Santos se consideran una publicidad negativa.
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