El Real Madrid accedió a la final del torneo Guinness International Champions Cup al derrotar por 2-1 al Everton, una victoria cimentada en la destacada labor de Cristiano Ronaldo en la primera mitad, con un gol y una asistencia.
Fue el primer encuentro de fútbol disputado en la historia del Dodger Stadium (Los Ángeles, California).
Los de Carlo Ancelotti siguen sin conocer la derrota en la pretemporada, donde han cosechado victorias contra el Bournemouth (0-6), el París Saint-Germain (1-0) y Los Ángeles Galaxy (3-1), así como un empate contra el Olympique de Lyon (2-2).
El Madrid se demoró un cuarto de hora en carburar. Tal vez despistados por el infrecuente escenario del partido -un campo de béisbol habilitado para la práctica del fútbol- o por el calor reinante en la tarde angelina, sus jugadores permitieron que los ingleses tuvieran el dominio del balón.
Coleman y Mirallas llevaron cierto peligro por la banda derecha frente a un Marcelo desbordado al comienzo, aunque el brasileño no tardó en entonarse con el paso de los minutos y contribuir en ataque para facilitar la creación de Modric, Ozil e Isco, una conexión que empieza a consolidarse y a rayar a gran altura.
Con el Madrid más cómodo al contraataque, Cristiano Ronaldo entró en acción y protagonizó la primera ocasión de su equipo al empalmar de primeras en el área un preciso pase de Sergio Ramos que se fue por encima del larguero.
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