El delantero luso se resiste a renovar su contrato con el club español.
Y, ¿si Cristiano Ronaldo decide dejar el Real Madrid? El Daily Star, un tabloide sensacionalista de la ciudad de Manchester da cuenta de que dirigentes del United han iniciado contactos con el presidente madridista Florentino Pérez para rescatar al portugués.
El contrato que une al luso con el Madrid fenecerá en 2015, cuando el delantero tenga 30 años. En 2009, el Real pagó al Manchester United una suma escalofriante: 96 millones de euros para comprar el contrato de Cristiano Ronaldo y ahora, los “diablos rojos” ofrecen el mismo monto para recomprar sus derechos deportivos.
El jugador se ha negado a negociar la ampliación de su contrato con el Real Madrid, lo que da una señal de que desea abandonar la capital española, donde no se ha sentido a sus anchas y no ha logrado el éxito deportivo que hubiese querido.
Si no renovara, el Madrid podría ver marchar a su principal figura sin recibir una moneda a cambio. Por ello, parece ser ahora o nunca, pese al costo político, que deberá enfrentar quien ceda a la estrella.
EL MEJOR ENEMIGO. Además, en Madrid, se ha visto opacado por el brillo que proyecta Lionel Messi, el estelar delantero argentino del gran rival de los albos, el FC Barcelona, y no ha logrado superar los triunfos de los catalanes.
En los seis años (2004-2009) en los que formó parte del equipo dirigido por Alex Fergusson, Cristiano Ronaldo ganó seis títulos ingleses y dos internacionales. En los cuatro que lleva vestido de blanco, sólo ganó tres locales y nunca pudo acomodarse a las instrucciones e ideas de su compatriota, el egocéntrico técnico José Mourinho.
Además, en el plano personal, el luso ha visto cómo Messi acaparaba las principales distinciones personales, mientras él se resignaba a ser un segundón y quedaba obligado a poner cara de póquer, mientras las ovaciones se dirigían hacia su mejor enemigo.
Por añadidura, el vestuario –como se dice en Europa al ambiente interno de un equipo– madridista es una competencia de egos superlativos, que ningún técnico ha logrado controlar, desde que se comenzó a hablar de galácticos. Así, armonizar tan soberbias personalidades resulta imposible y los resultados están a la vista. Queda claro que al Madrid le hace falta un baño de humildad.
Son demasiadas razones que hacen pensar que el portugués podrá volver a las islas británicas para volver a sentirse triunfador y exitoso.
EL FACTOR BALE. Mientras Carlo Ancelotti, el técnico italiano de la Casa Blanca, continúa su trabajo con Ronaldo como pieza clave, los dirigentes insisten con el fichaje del galés Gareth Bale, el mejor futbolista británico del presente.
Bale tiene 24 años, puede jugar como extremo o como lateral. Posee una depurada técnica, gran velocidad y potencia que utiliza con elegancia e inteligencia. Es, además, un experto ejecutor de tiros libres. Sus remates son potentes y precisos. Es un gran goleador, que no se resigna a mostrarse en la faceta en la que podría brillar con mayor intensidad, la ofensiva, sino que retrocede para marcar a los adversarios. Es un jugador completo.
Daniel Levy, mandamás de los “spurs”, ha puesto precio a la transferencia de Bale: 145 millones de euros, aproximadamente 1.314.294.500 –sí, poco más de mil trescientos catorce millones de bolivianos–, que el Madrid parece dispuesto a desembolsar, en especial después de que el gran rival se apropiara de Neymar, el astro brasileño, que promete formar una dupla memorable con Messi y el respaldo del cerebral Andrés Iniesta.
Si se va Cristiano Ronaldo, Bale podría hacer olvidar al luso. Al menos, esa parece ser la ecuación de los madridistas. ¿Será posible?
Por su parte, Bale insiste en dejar al Tottenham, un club de mediano poder en la Premier League inglesa y de segundo orden en el plano continental europeo.
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