Luka Modric le está ganando la partida a Mesut Özil. Aunque el croata llegó a la casa blanca con la hora pegada y algo fuera de forma, Luka le ha empezado a quitar el sitio al 10 madridista.
Desde que Modric apareciese en el once titular contra el Granada, allá por el 2 de septiembre, Özil ha empezado a perder la posición hegemónica de la que gozaba en el once de Mourinho. Era indiscutible por delante de Kaká pero Modric le ha empezado a complicar y mucho la existencia.
El punto de inflexión para Mesut Özil llegó en el partido contra el Sevilla. Fue el 15 de septiembre en el Pizjuán. El alemán quedó claramente señalado por José Mourinho. El portugués le sentó en el descanso y puso en su lugar a Modric. A partir de ahí, el croata parece haberle desplazado, casi de forma definitiva, de las alineaciones.
Después de aquel partido, ambos fueron suplentes contra el Manchester City. Los dos, saliendo desde el banquillo, participaron de la remontada blanca, pero quedó demostrado días después que Luka entra más en los planes de Mourinho.
Se hicieron los deberes en Liga de Campeones pero el Madrid se presentó en el estadio de Vallecas a 11 puntos del Barça. Con ese panorama, Mourinho se encomendó a Luka Modric, al que dio la titularidad en una salida que se preveía difícil.
La situación en Liga sigue siendo delicada y por eso Mourinho se pone en manos del croata. Un centrocampista con un perfil más trabajador que Özil, que tendrá que pelear y mucho para volver a recuperar su sitio en el once.
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