La mujer que ayer dedicó gestos racistas a Koné, jugador africano del Racing de Santander, durante el partido eliminatorio de ascenso a segunda en Llagostera , era trabajadora del FC Barcelona. Trabajaba en las taquillas del Museo, pero el club ha decidido prescindir de sus servicios tras su gesto ante el jugador, según publicaciones en medios españoles.
La aficionada profirió gestos imitando un mono, en una imagen que ha tenido gran trascendencia mediática y a la que el Barza, viendo la gravedad de los hechos, ha decidido oponerse de manera drástica, hasta el punto de que hoy ya no ha trabajado en las taquillas del Museo.
La decisión del Barcelona de prescindir de su trabajadora, llega después de la actuación del Llagostera. El club ha dejado claro que no era socia, y que lo ha declarado persona non grata, evitando que pueda volver a entrar en sus instalaciones.
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