Una serie de mensajes en el Twitter personal del portero José Manuel Pinto ha desvelado que el próximo martes el defensa francés del Barcelona, Eric Abidal, será sometido a un trasplante de hígado, información que no ha confirmado la entidad catalana.
El hermetismo es absoluto acerca de esta información difundida por una indiscreción de Pinto, quien dado el alcance que han tenido sus comentarios y las fotografías que ha colgado en su cuenta de Twitter ha decidido borrarlos.
No obstante, las capturas realizadas han podido desvelar que, tal y como así ha informado el portero suplente del Barcelona, la plantilla del Barça se ha reunido este domingo en casa de Abidal para darle una fiesta ante la supuesta operación de trasplante a la que se someterá el martes.
La reunión en casa de Abidal ha sido toda una fiesta azulgrana, en la que algunos jugadores, como el propio anfitrión y Piqué, han acabado en la piscina.
El pasado quince de marzo, justo un año después de que fuese intervenido de un tumor en el hígado, el Barcelona volvió a informar de que Abidal tendría que someterse a un trasplante de hígado, con el interrogante que ello conlleva respecto a su carrera profesional y, sobre todo, para su vida. El Barça volvió a recibir un duro golpe, incluso mayor que hace justo un año, porque en esta ocasión se trataba de un trasplante.
Josep Guardiola reunió a sus jugadores hace casi un mes en el campo de entrenamiento para darles la mala noticia de un compañero que desde que llegó a Barcelona se ha ganado el corazón de todos por su entrega, profesionalidad y cordialidad.
Abidal fue intervenido hace trece meses por el doctor Josep Fuster Obregon en BarnaClínic, del grupo Hospital Clínic de Barcelona, operación que le debía afectar notablemente en su trayectoria deportiva para toda la temporada, aunque finalmente pudo participar en la recta final, y fue quien levantó en Londres la Liga de Campeones.
El 17 de marzo del año pasado fue operado "sin incidencias" del tumor que le fue detectado en el hígado, seguramente a través de un análisis sanguíneo, por lo que se esperaba que el grado de afectación fuera mínimo para el jugador, de 31 años.
Un año después, el jugador, que ha dejado de jugar, aunque no de entrenarse a un ritmo menor, se encuentra a las puertas de un trasplante después de que, supuestamente, ya cuente con un donante, información que el Barcelona no suministra ni tampoco comenta.
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