Getafe y Barça necesitaban un punto para lograr sus objetivos por lo que el 0-0 final no debe sorprender a nadie. Los de Xavi acabarán segundos y los azulones están salvados.
El Barcelona va a cerrar su primera temporada sin Messi como subcampeón liguero. Ni tan mal viendo cómo empezó LaLiga. Ha sido un año convulso, no es fácil prescindir de una estrella como Leo, los altibajos han sido una constante y ni siquiera con la llegada de Xavi ha podido conseguir la regularidad esperada. Cumple su objetivo, pero no pasa de un aprobado alto si hay que poner una nota global al conjunto azulgrana. Campaña sin títulos, con dos entrenadores y que de no ser por los fichajes de invierno la cosa podía ser bien diferente. La llegada de Ferran y, sobre todo, Aubameyang le dio un plus al equipo que le ha servido para hacer una aceptable segunda vuelta gracias a la cual asegura su presencia en la próxima Champions y también en la Supercopa. Hay que hacer caja como sea.
La situación del Getafe ha sido pareja a la del Barça. También ha vivido una temporada convulsa. Tras un inicio horroroso y muy preocupante con Michel en el banquillo, la llegada de Quique Sánchez supuso un cambio radical en un equipo que estaba sin rumbo. Con el punto logrado ante el Barça, los azulones salvan una campaña que se veía muy negra a finales de 2021. Cuando dos equipos necesitan un punto para conseguir sus objetivos puede pasar lo que se vio en el Coliseum. Un pacto de no agresión en el que lo único que hay que hacer es dejar que pasen los minutos. Y todos contentos para disfrutar de una última jornada sin agobios.
Las bajas, sobre todo en defensa, obligaron a Xavi a sacar una zaga de circunstancias formada por Alves, Lenglet, Mingueza y Balde. En el centro del campo Riqui acompañó a Busquest y Gavi mientras que en la punta Memphis y Ferran secundaban a Aubameyang. No se pueden sacar muchas conclusiones tal y como fue un partido cuyo único remate a puerta hasta el descanso fue un disparo lejano sin ningún peligro de Enes Ünal. El Getafe se mantuvo fiel a la sólida defensa de cinco que le ha llevado a la salvación siendo David Soria un mero espectador.
Lesión de Memphis
No sorprendió a nadie que la segunda parte comenzara con la misma tónica con la que se jugó la primera. Falta de intensidad, mucho centrocampismo y frenazo cuando el balón se aproximaba a las áreas. La salida de Ansu Fati a la hora de juego se esperaba como un soplo de aire fresco a un partido que estaba dormido. Pero ni por esas. Las ganas del canterano azulgrana se disiparon por la tendencia de un partido que no invitaba a salirse del guión. A la larga lista de bajas del cuadro azulgrana se sumó Memphis a falta de un cuarto de hora. El neerlandés pidió el cambio y todo apunta a que se ha terminado la temporada para él. Salió por él su compatriota Luuk de Jong, especialista en goles agónicos, pero nada de nada. Estaba cantado el 0-0, no había porqué estropearlo. Tras el debut de Mármol con el Barça en el añadido, empezó la fiesta final en el Coliseum. Sólo faltaron los besos.
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