"Será el gran estadio del futuro, el mejor del mundo. Nuestro futuro pasa por el nuevo estadio, es lo que marcará nuestro destino", dijo el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, cuando se confirmó la remodelación del estadio Santiago Bernabéu. La alcaldesa de la capital española, Manuela Carmena, explicó que se otorgó al club la licencia de obras el pasado 27 de marzo.
Las máquinas empezarán a trabajar en las próximas semanas en una remodelación que se alargará al menos tres años y medio, aunque también se explicó que durante la reforma el Bernabéu seguirá funcionando. La altura del estadio aumentará en 12 metros para dotarlo de una cubierta retráctil capaz de cubrir totalmente un recinto inaugurado en 1947.
El estadio se envolverá con una capa asimétrica de acero inoxidable e incorporará nuevos espacios comerciales que permitirán al club ingresar unos 168 millones de dólares anuales extra, según la estimación que hizo Pérez. Los socios aprobaron con un 92% que el club pudiera endeudarse hasta un máximo de 644 millones de dólares para la ejecución de una reforma presupuestada en 588 millones.
Además de los cambios en el propio recinto, habrá modificaciones en el entorno urbano, lo que ha añadido complejidad a las licencias y autorizaciones requeridas. Frente al estadio en la zona que da al paseo de la Castellana, habrá una gran plaza pública de unos 20.000 metros cuadrados, que sustituirá al aparcamiento y los viales secundarios, cubierta en parte por una cubierta volante de 21 metros de anchura.
La otra zona del exterior que más cambios verá es la conocida ahora como Esquina del Bernabéu, un pequeño centro comercial, cuyos establecimientos ya se están vaciando y que desaparecerá. En su lugar, quedará una plaza pública de unos 5.500 metros cuadrados, cuyos trabajos pagará también el club.
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