El joven delantero portugués André Silva marcó en el tiempo de prolongación el gol con el que el Milán venció ayer por 1-0 al FC Barcelona en el tercero y último partido para ambos equipos dentro de la novena edición del torneo de la Copa Internacional de Campeones.
Silva aprovechó un pase del marfileño Franck Kessié y superó al arquero alemán del Barcelona, Marc-André Ter Stegen, que había salido en la segunda parte.
El resultado no reflejó en absoluto lo sucedido en el terreno de juego del Lewi’s Stadium de Santa Clara (California), donde el dominio por parte del Barcelona fue completo al tener más el balón, generar el mejor fútbol en el centro del campo y crear las ocasiones más claras de gol.
Estas comenzaron en el minuto uno del partido después de que los capitanes de ambos equipos, Sergi Roberto, por el Barcelona, y Alessio Romagnoli, por el Milán, habían sorteado el campo.
Precisamente sería el gran juego de Roberto en el centro del campo, como cerebro del equipo, lo que hizo que el Barcelona saliese dominador y El Haddadi Munir en la primera acción del partido pusiese en apuros al arquero italiano Gianluigi Donnarumma, que se vio obligado a meter la manopla para enviar el balón a córner.
A los 36 minutos, el brasileño Arthur estuvo cerca de conseguir otro golazo como el que logró en el primer partido de la gira frente al Tottenham, cuando en un tiro directo obligó a Donnarumma a estirarse para impedir el gol.
Malcom protagonizó alguna jugada de brillantez y, en el minuto 40, lanzó un disparo potente para estrellar el esférico con violencia en la madera de la base del poste izquierdo. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario