Gareth Bale heredó el papel de líder abandonado por Cristiano Ronaldo y asumió el reto de ser el nuevo referente de un Real Madrid que derrotó con comodidad al Getafe (2-0), sin grandes exigencias, con tantos de Dani Carvajal y el galés, levantándose del varapalo de la Supercopa de Europa.
El Real Madrid de Lopetegui comienza a tomar forma. Necesita resultados en el proceso mientras busca el fútbol deseado. Apunta maneras en el inicio de un camino para el que necesita referentes, el paso al frente que deben dar jugadores para que la sombra de Cristiano no sea alargada. Bale lo asume con gusto y voluntad. En el papel que exigía para no marcharse.
Lopetegui mantiene la jerarquía de Keylor Navas bajo los palos. El estreno liguero era un buen momento para presentar en sociedad a Courtois, pero el técnico mide el efecto del golpe anímico que daría al costarricense. Salió tocado con los cuatro goles de la Supercopa y recuperó confianza sin ser exigido por Getafe.
El orden de Bordalás era la primera prueba de un Real Madrid que marca la Liga como principal objetivo. Renunció a tres jugadores de ataque, para reforzar su centro del campo y dejar solo en punta a Jorge Molina.
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