El serbio Luka Jovic dio el salto al Real Madrid ayer tras convertirse, en dos temporadas en el Eintracht Fráncfort, en una de las grandes figuras de la Bundesliga alemana, lo que lo llevó a ser codiciado por varios grandes clubes de Europa.
Jovic llegó al Eintracht del Benfica cedido y con opción de compra por 12 millones de euros que el equipo alemán no dudo en hacer efectiva.
Al Benfica había llegado a los 18 años, procedente del Estrella Roja de Belgrado. donde ya se le trataba de niño prodigio a los 16.
El precio que se acordó ahora con el Real Madrid por el traspaso, oficiosamente se habla de entre 60 y 70 millones, muestra la explosión que tuvo el jugador en dos temporadas.
En su primer año marcó Jovic ocho goles en la Bundesliga y llevó al Eintracht a la final de la Copa de Alemania con el gol del triunfo en la semifinal contra el Schalke. En la final, el Eintracht se impuso al Bayern, aunque la figura de ese partido no fue Jovic sino el croata Ante Rebic.
Ya en su primera temporada, Jovic, que tiene ahora 21 años, había mostrado un potencial increíble que confirmó en su segundo ejercicio.
Un momento clave fue un duelo contra el Fortuna Düsseldorf, en el que Jovic -un jugador que le pega con las dos piernas a la pelota y que va bien al cabezazo- marcó los cinco goles para una victoria final por 5-1.
Cinco goles en un partido es algo que sólo han logrado 14 jugadores en toda la historia de la Bundesliga, un “torneo top”.
En su segunda temporada Jovic firmó 17 goles y quedó en la tabla de goleadores solo por debajo de Robert Lewandowski y Paco Alcácer y empatado con otros cuatro jugadores.
A esos 17 goles Jovic agregó 8 asistencias. En la Liga Europa, en la que el Eitnracht llegó a semifinales, Jovic marcó 10 goles.
Sin embargo, Jovic es un jugador al que no se le puede definir sólo por la efectividad ante la portería contraria. Es movedizo.
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