El Celta se acerca a la permanencia una temporada más en LaLiga Santander después de vencer (2-0) a un desconocido Barcelona, que se plantó en Balaídos sin ninguno de sus habituales jugadores titulares, en un insípido partido con escaso ritmo que se convirtió en un trámite para el conjunto catalán antes de jugar el martes en Anfield.
Valverde revolucionó su equipo. Con la mirada puesta en el partido de vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones, no colocó en el once titular a ninguno de los jugadores que venció a Liverpool. Todo fue inédito en el campeón de liga, desde la defensa hasta la delantera. Ese novedoso y desconocido equipo todavía se alteró más con la lesión muscular de Dembélé a los pocos segundos de comenzar el partido, sustituido entonces por Collado.
En el segundo tiempo apareció la decisiva figura de Maxi Gómez: alertó primero a Cillesen con un cabezazo sin potencia tras un buen centro de Boudebouz; tres minutos más tarde marcó el gol de la victoria con un fabuloso remate.
Cerca del final, el VAR le indicó al árbitro una mano de Umtiti, un penal que selló con gol Iago Aspas para colocar a Celta muy cerca de la permanencia en la categoría.
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