Tres paradas salvadoras de Keylor Navas evitaron la derrota de un Real Madrid sin puntería ante Tottenham en el "Santiago Bernabéu" (1-1), en el cuarto tropiezo en seis partidos de local esta temporada del equipo de Zinedine Zidane, que disparó en 13 ocasiones y solo fue capaz de marcar de penal.
Real Madrid se convertió en el "Santiago Bernabéu" en un equipo tan dominador como impredecible. Después de las lecciones ligueras ante Betis, Valencia y Levante, con pinchazos de los que se debía aprender, llegaba la primera "final de grupo" como la bautizó Zidane en Liga de Campeones ante un Tottenham parapetado en defensa de cinco pero que supo hacer sufrir al campeón de Europa.
No le tembló el pulso a Zidane para apostar por Achraf en el lateral derecho, huérfano sin Carvajal, cuando todos esperaban a Nacho. Respeto a las demarcaciones por encima de la edad. Los 18 años del jugador le dan un descaro que le llevó a ser protagonista del inicio. Encarando siempre, sacando centros. El primero lo estrelló en la madera Cristiano Ronaldo de cabeza y el rechace lo cruzaba en exceso Benzema con todo para marcar.
Nacía un partido trepidante con el ritmo esperado entre dos equipos que aseguraban espectáculo ofensivo. La defensa de cinco de Mauricio Pochettino con Vertonghen chirriando de lateral izquierdo sin recorrido era un mensaje engañoso. El peligro arriba lo representaba Kane, escoltado por Fernando Llorente, y Aurier fue un peligro continuo por el costado derecho.
Cristiano jugaba su partido con hambre de gol y de seguir una buena racha. Con Benzema como su mejor socio, pero al final solo marco de penal.
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