Un doblete de Isco Alarcón puso fin a la inestabilidad del Real Madrid en Liga en el “Santiago Bernabéu”, que al cuarto intento firmó su primer triunfo, 2-0 ante un Espanyol sin acierto en el remate en los momentos en los que vio de cerca la posibilidad de empatar.
Era obligado echar el cierre en el Bernabéu para un Real Madrid que sufría una temprana necesidad en Liga. Dos puntos conseguidos de nueve posibles era una sangría a la que los de Zinedine Zidane debían ponerle freno. Lo hizo sin continuidad en su fútbol, con dominio pero minutos de duda pese a dejar su puerta a cero, aún lejos de la imagen arrolladora que le llevó al último título liguero.
De inicio, Real Madrid cumplía el primer objetivo marcado por su técnico, salir con intensidad. Generando ocasiones debía corregir su extraña falta de pegada y el jugador Isco no tardo en demostrar su buen juego que al final la dio el triunfo a los merengues.
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