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jueves, 19 de septiembre de 2019

La fragilidad del Real Madrid ante el PSG y la épica del Atlético para el empate con Juventus

El Real Madrid se reencontró en París con todos sus problemas, en la derrota más dura de Zinedine Zidane en la Liga de Campeones, un incontestable 3-0 ante un PSG sin su temido tridente pero liderado por Ángel Di María; con una imagen indolente que contrasta con la épica a la que se agarró el Atlético de Madrid para igualar un 2-0 en contra ante el Juventus.

Los males de un año sin títulos grandes se repiten en un Real Madrid al que ni el estreno de titular de Eden Hazard cambia su cara. El París Saint-Germain que no necesitó a Neymar, Mbappé ni Cavani para atropellar con su fútbol al ritmo de Di María y Pablo Sarabia.

Nunca tuvo respuesta el equipo de Zidane y cuando intentó levantarse se encontró con dos goles anulados, a Bale y Benzema, que le impidieron iniciar una reacción. Fue un equipo largo que se rompió por todos los lados. Dejó espacios que devoró el PSG. Di María castigó con un doblete a su pasado. Keylor Navas no recibió ni un disparo a puerta y Meunier puso el broche al castigo en el añadido. Solo el resultado del otro partido del grupo, un empate sin goles entre Brujas y Galatasaray, sonrió al Real Madrid en un día negro.

Una actitud diferente exhibió el Atlético de Madrid de Diego Simeone. A imagen y semejanza de lo que fue su técnico como futbolista. Luchador eterno que nunca baja los brazos. Ni los dos goles del Juventus, con un disparo a la escuadra de Cuadrado y el premio al oficio italiano con un contragolpe culminado por Blaise Matuidi, dieron paso a una pelea rojiblanca repleta de fe que encendió al Metropolitano en una de esas noches europeas para el recuerdo.

Un testarazo de Stefan Savic a los 70 minutos y el premio en el último minuto a un estreno con gol de Héctor Herrera salvaron un punto en uno de esos duelos que dejan huella. La presentación europea de Joao Félix, que pudo abrir el marcador tras una carrera elegante, ante el insaciable Cristiano Ronaldo que se fue sin marcar y con el mal sabor de boca de perder el triunfo en los últimos segundos.

La primera jornada de la Liga de Campeones dejó malos resultados a los equipos españoles, solo salvados por un Valencia que despertó de su crisis institucional en casa del Chelsea. La mala imagen del Barcelona para empatar no la mejoró el Real Madrid y el Atlético lo salvó en el último instante. Deberán mejorar para poder aspirar al título.

Dos de los favoritos iniciaron su camino con firmeza. El Manchester City goleó a domicilio al Shakhtar Donetsk con Gundogan dejando una exhibición al mando del equipo para no acusar las bajas defensivas de Pep Guardiola (0-3). Firmó un tanto, con Mahrez y Gabriel Jesus dando forma a la goleada. Tampoco dudó el Bayern Múnich que se deshizo de un rocoso Estrella Roja con un final repleto de pegada. Al tanto de Coman del primer acto le sumó los goles de eternos artilleros como Robert Lewandowski y Müller en el Allianz Arena.

La maldición de los finalistas de la última edición la completó el Tottenham. Si el Liverpool cayó en su visita a San Paolo, los de Mauricio Pochettino dejaron escapar dos tantos de ventaja en Atenas, tras goles de Harry Kane y Lucas Moura, ante el combativo Olympiacos que firmó un empate con un subcampeón de Europa conformista (2-2).

La sensación de la primera jornada del torneo de mayor prestigio del mundo a nivel de clubes fue el Dinamo Zagreb del español Dani Olmo que dio un recital de fútbol para tumbar al Atalanta. Participó en tres de los cuatro goles con triplete de Orsic en el duro castigo al estreno en la competición del equipo italiano (4-0).


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