Cuatro puntos de nueve posibles. En manos de un niño de 16 años, Ansu Fati, que brilla cada vez que sale a jugar, y añorando a Leo Messi, el equipo de Ernesto Valverde confirmó sus malas sensaciones de inicio de LaLiga. Es el precio a pagar cuando se eclipsa lo deportivo y se enfoca a un anhelo, el regreso de Neymar que pasa a ser solución de emergencia a un momento inesperado.
Acusa el Barcelona la ausencia de Messi tanto como la de Luis Suárez y Ousmane Dembélé, pero los síntomas que muestra no son buenos como equipo. Incapaz de mantener el resultado en un partido que remontó tras intentar tapar la mala imagen de una primera parte para el olvido.
La falta de concentración, escenificada por Semedo, encontró el castigo del tanto tempranero con centro desde su costado y remate imparable de Roberto Torres. Vivió su gran día con Osasuna, autor de un doblete que premió el descaro y el esfuerzo. Firmó el tanto del empate a dos final tras una mano de Gerard Piqué que tiró por tierra la reacción. Valverde volvió a encomendarse a Ansu Fati, que revolucionó el partido con su gol y se convirtió en el goleador más joven en Liga de la historia del club.
Arthur salió del ostracismo para mostrar que merece más en cuanto le puso Valverde. A los 10 minutos de saltar al césped, recorte seco y latigazo a la red. Su primer gol como barcelonista.
A la espera del Atlético de Madrid, único equipo que puede firmar el pleno de triunfos si vence al Eibar en el Metropolitano y meter cinco de distancia al Barcelona, el liderato provisional lo comparten un Athletic Club que sacó músculo en el derbi vasco, 2-0 inapelable a la Real Sociedad con tantos de Iñaki Williams y Raúl García en la primera mitad (2-0).
4 unidades tiene el Barcelona en tres partidos, un triunfo, otro empate y una derrota. Está en el séptimo puesto en la clasificación de LaLiga.
EFE
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