El capitán de Real Madrid, Sergio Ramos, ha roto los corazones del Atlético de Madrid y silenciado a los seguidores de Nápoles y de Barcelona, así que pocos se sorprenderían si vuelve a marcar el sábado contra Juventus (14:45) en la final de la Liga de Campeones. En equilibro entre el encanto de David Beckham y el espíritu guerrero del fallecido Juanito, Ramos es el líder espiritual de Real Madrid, una fuerza colosal que también es propenso a momentos de delirio. Ramos tiene el récord de 22 tarjetas rojas en el Madrid, casi el doble que el siguiente en el ránking, Fernando Hierro. Sin embargo, el registro de expulsiones no es escrutado durante mucho tiempo, debido al hábito de sacar al Madrid de las peores situaciones. La más reciente fue empate en el minuto 93 de la final de la Liga de Campeones de 2014 contra el Atlético que llevó al triunfo del Madrid, mientras que Sevilla, Barcelona, Deportivo de La Coruña y Betis han sido sus víctimas esta temporada. “Los valores (del equipo) son la entrega, la lucha, hacer todo lo posible para ganar. (...) Tú puedes perder o ganar, pero este equipo lucha hasta el final. El capitán (Ramos) representa muy bien estos valores y es muy noble”, dijo el entrenador del equipo, Zinedine Zidane. CONFIANZA EN SÍ MISMO La confianza en sí mismo de Sergio Ramos puede verse desde 2005, cuando firmó por un Real Madrid en el que jugaban David Beckham, Luis Figo y Zinedine Zidane, por 27 millones de euros, un récord por un jugador adolescente español, y dijo que quería ser capitán del club. La sed de victoria de Ramos resulta insaciable, y en la final de la Liga de Campeones en Cardiff buscará un decimoctavo título. También tendrá la oportunidad de convertirse en el primer jugador que ha marcado en tres finales de esta competición.
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