El Barcelona aseguró que el contrato de patrocinio firmado por la entidad con Qatar Sports Investment (QSI) entre 2010 y 2016 supuso unos ingresos de 171 millones de euros (unos 192 millones de dólares) y que no comportó ningún costo de intermediación.
El Azulgrana salió al paso de una serie de informaciones, según las cuales la Guardia Civil sospecha de que Sandro Rosell, expresidente del club, que se encuentra en prisión acusado de blanqueo de capitales por la venta de derechos audiovisuales de amistoso de la selección brasileña, habría lucrado también con la publicidad de las camisetas del FC Barcelona.
El Barcelona informó que el contrato ha sido debidamente auditado las últimas seis temporadas por la compañía Deloitte que revisó toda la información sobre la actividad económica de la institución.
La entidad catalana recuerda que los informes de auditoría de cada temporada están incluidos en sus memorias oficiales y que los mismos se encuentran disponibles en su página.
Asimismo, “por voluntad expresa de la directiva, el equipo entregó una copia de este contrato y de los justificantes de ingresos a la Policía Judicial de Barcelona como muestra de transparencia”.
En el mismo comunicado, el Barça hizo un llamado a la “responsabilidad”.
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