La salida de Neymar del Barcelona es todavía una herida abierta para las dos partes. Para el brasileño, porque no termina de encontrar su lugar en el PSG, en el que a poco de llegar parece ya dispuesto a partir. Para los catalanes, porque no le perdonan el presunto desprecio de haber querido irse hacia una liga que consideran menor. Y en medio de ese contexto, el delantero, que suena fuerte como posible refuerzo del Real Madrid en un futuro cercano, dio un paso hacia lo que se asemeja mucho a una declaración de guerra.
El diario El Mundo asegura en su edición de este miércoles que Neymar ejecutó finalmente su amenaza contra el FC Barcelona y ahora le reclama judicialmente la segunda parte de la prima de renovación que, por contrato, le correspondía percibir cuando abandonó el club.
Más allá de lo que significa en términos simbólicos denunciar al club, la demanda es por un monto exorbitante: según fuentes próximas al futbolista, son 26 millones de euros que tenía estipulados más un 10 por ciento de intereses. En total, cerca de 30 millones.
El Barcelona no piensa quedarse quieto y quiere contraatacar. Le reclama a Neymar, en el mismo juzgado de Primera Instancia de Barcelona que recibió la denuncia del jugador, todos los ingresos derivados de la renovación que firmó meses antes de marcharse a Francia, además de una multa de nueve millones de euros por daños y perjuicios. En total, 75 millones de euros.
En agosto pasado, el Barcelona se había negado a pagar la segunda parte de la prima de renovación pactada con Neymar, luego de que se supiera su partida al PSG, que finalmente se consumó cuando el club francés pagó la cláusula de rescisión de 222 millones de euros.
Los catalanes consideraron que no correspondía hacer el pago, que vencía el 31 de agosto, porque el jugador había decidido irse. Para el Barcelona, Neymar incumplió el contrato que habían firmado, donde se preveía que el vínculo se extendiera hasta 2021.
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