El Real Madrid lidera en solitario LaLiga Santander tras un sábado repleto de emoción, con goleada a Osasuna en el regreso de Cristiano Ronaldo (5-2), reacción del Atlético de Madrid con su primer triunfo del curso en Balaídos (0-4) y el Alavés disfrazado de ‘matagigantes’ conquistando el Camp Nou (1-2).
El Alavés demostró que el empate sacado en el Vicente Calderón no fue casual ni un mal día del Atlético de Madrid. Tres jornadas de su regreso a la elite del fútbol español han servido para ganarse el calificativo de ‘matagigantes’, con un planteamiento perfecto en el Camp Nou, para desfigurar a un Barcelona que no recuperó la identidad ni cuando entró en el terreno de juego Leo Messi.
Alejado del nivel desequilibrante con el que inició la temporada y con las molestias de pubis de fondo, Messi no pudo ser el salvador de un Barça plano. Regresa a escena su presencia con Argentina jugando con molestias y las consecuencias, aunque Luis Enrique apostó claramente por las rotaciones en un día en el que su equipo no fue reconocible.
Hasta siete novedades en el equipo titular, suplencia también para Luis Suárez o Andrés Iniesta ya recuperado, el debut de Cillessen en la portería y Paco Alcácer en punta de ataque. Los azulgranas perdieron su identidad ante el orden y la fe del Alavés de Mauricio Pellegrino. Tiene mucho mérito la mano del técnico argentino, que en pocas fechas ha formado un bloque compacto difícil de superar.
El tanto de Deyverson del primer acto no fue un espejismo. Cuando se esperaba la remontada azulgrana, el regreso del buen fútbol con la entrada de las estrellas a un ataque que dependía de la inspiración de Neymar, llegó el empate de Mathieu nada más arrancar la segunda mitad y un golpe final de Ibai Gómez al que no reaccionó el Barça. La última ocasión de Messi, chutando fuera en el, último segundo con todo para marcar, fue el reflejo de una noche aciaga.
Contrastó con la imagen de un Real Madrid que va con firmeza hacia el que ha marcado como gran objetivo de la temporada. Entregando el balón a Osasuna y desatando su pegada, se marchó 3-0 al descanso. Tardó 6 minutos Cristiano Ronaldo en marcar el día que reaparecía tras dos meses apartado de los terrenos de juego. El regalo de Bale abrió el camino a una goleada en la que marcaron tres de los cuatro zagueros de una defensa en la que Zidane rotó. Danilo, Sergio Ramos y Pepe explotaron sus llegadas a área rival, los dos últimos en acciones a balón parado.
Pese al marcador, 5-2, Osasuna se puede marchar satisfecho del Santiago Bernabéu. Optó por la valentía antes que la racanería. Quiso el balón y siempre buscó generar peligro. Solo cuando el dueño del partido se marchó, Luka Modric, se plasmó en el marcador con dos testarazos finales, de Oriol Riera y David García, para premiar el esfuerzo. El madridismo sonríe. Con Cristiano y Karim Benzema de regreso, buenas sensaciones y un inicio de campaña impecable. Zidane igualó el récord de quince victorias consecutivas de Miguel Muñoz.
La reacción era obligada en el Atlético de Madrid, que sumó su primer triunfo del curso en el siempre complicado Balaídos. Pagó caras cinco bajas el Celta, que perdonó en la primera parte y fue superado en la segunda por los pupilos del ‘Cholo’ Simeone. Koke mostró el camino, reapareció la pegada de Antoine Griezmann, con un doblete, y Correa puso el broche. La verdadera imagen rojiblanca vuelve a escena (0-4).
Mientras, el Villarreal sale de la depresión de quedarse fuera de la Liga de Campeones y confirma su reacción en La Rosaleda, sacando provecho de los errores defensivos de un Málaga que vio como le anulaban un tanto a Miguel Torres para la reacción y no consiguió levantarse de la lona. Jaume Costa y el estreno de Sansone firmaron los tres puntos (0-2).
Y el milagro llegó para el Sevilla o injusticia para Las Palmas, que tenía el triunfo en su bolsillo en el Sánchez Pizjuán para seguir en lo más alto de la clasificación, hasta que un penalti dudoso a un minuto del final provocó el empate y la expulsión de Bigas. Y en la última acción del tiempo añadido, un saque de esquina también protestado, lo aprovechaba Carlos Fernández para dar el triunfo y poner la nota emotiva al sueño de un canterano (2-1).
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