El Barcelona dio un paso al frente, superó la visita del Sevilla (2-1) y fortaleció su condición de líder por la que ya suspira el Valencia, espoleado por una trayectoria impecable y de la que está distanciado, actualmente, el Atlético Madrid, que aprovechó su visita a Riazor para salir con los tres puntos y tomar aire.
El Barcelona disfrutará de unos días de tranquilidad y sosiego durante el parón de la competición por los compromisos de las selecciones. Corren buenos tiempos para el cuadro de Ernesto Valverde, con una cómoda renta y aguas revueltas en sus competidores directos en los últimos años, el Real Madrid y el Atlético Madrid.
Mientras se prolonga la discusión sobre el nivel de juego, el conjunto azulgrana suma puntos. En esta ocasión fue Paco Alcácer el que sobresalió ante un adversario siempre a tener en cuenta. El Sevilla, que intentó mantener el tipo y cuyo empate apenas inquietó al Barcelona, que respondió a tiempo. Alcácer, inédito hasta ahora, fue la baza que se sacó de la manga Valverde. Salió como titular y se marchó del duelo con un doblete en su haber. Abrió la cuenta y deshizo el empate que estableció el argentino Guido Pizarro.
El Barcelona cierra el sábado con ocho puntos de margen respecto al Atlético Madrid y once sobre el Real Madrid, que clausura la duodécima sesión en el Santiago Bernabeu, el domingo, ante el Las Palmas.
Sin embargo, entre ellos está el Valencia. El conjunto de Marcelino García Toral es la verdadera amenaza actual del Barcelona. Segundo en la tabla, está a cuatro puntos del primer puesto. Es un Valencia desatado esta temporada. Acumula siete victorias seguidas con la obtenida frente el Leganés, otra de las buenas noticias del curso, que fue sometido en Mestalla (3-0).
Hacía setenta años que el Valencia no encadenaba tantos triunfos. Ha ganado uno tras otro a Málaga (5-0), Real Sociedad (2-3), Athletic de Bilbao (3-2), Betis (3-6), Sevilla (4-0), Alavés (1-2) y Leganés (3-0), con un total de veintiséis goles a favor y ocho en contra.
Tras una primera parte nivelada, el Valencia impuso poco a poco su ley tras el descanso y marcó tres goles a un rival que solo había recibido cinco hasta la fecha. Parejo, de falta en el primer periodo; Rodrigo, de cabeza, y Santi Mina, de penalti, materializaron la victoria de un Valencia que todavía no ha perdido en la Liga.
Tampoco ha perdido el Atlético Madrid, que enterró en Riazor su racha de empates. Un gol en el tiempo añadido del ghanés Thomas proporcionó los tres puntos al conjunto rojiblanco frente al Deportivo (0-1) para cerrar una semana plagada de dudas tras su floja actuación en Europa.
El Atlético de Madrid iba a prolongar su serie de empates con otro ante el Deportivo. Hasta que apareció el zapatazo de Thomas para llevarle a la victoria en un partido que dejó en evidencia la situación del francés Antoine Griezmann.
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