Después del BuroFax enviado por Lionel Messi al Barcelona, no corresponde emitir criterio sobre lo que señalan las cláusulas del contrato, porque no son del conocimiento del autor; lo que es viable es el análisis de lo que puede llegar a pasar.
Lionel Messi ha notificado legalmente a su (ex) club que no desea continuar. Para él, ya es un jugador libre y puede firmar con el club que guste; sin embargo, ahí es cuando surge el problema. Supongamos que Messi se va a jugar fuera de España; para poder inscribir a un jugador la normativa de FIFA exige ciertos requisitos para dar viabilidad al envío del CTI (Certificado de Transferencia Internacional) y uno de ellos es un documento de inexistencia de relación laboral que lo emite el club anterior, documento que es poco probable que Barcelona emita; por lo tanto, FIFA ante esa negativa, precautelando el derecho al trabajo a solicitud del jugador, puede emitir una autorización para una inscripción provisional. Aquí es cuando se pone complicada la situación. El Barcelona puede reclamar ante la FIFA, y estos decidirán sobre la expedición del CTI y si hay algún tipo de sanción deportiva en el caso y posteriormente si amerita o no una indemnización a favor del Barcelona, que puede ser pagada conjuntamente entre el nuevo club y Messi.
Lo que quiere decir que Messi puede ser inscrito en otro club y muy probable que pueda jugar, dependiendo la decisión de los tribunales (existe la posibilidad de tribunales deportivos españoles), las preguntas que nos hacemos son: ¿será capaz el Barcelona de demandar a su ídolo? ¿algún Club en el mundo se atreverá con Messi? sabiendo las consecuencias deportivas y económicas que implica este fichaje.
Lo cierto es que en mi opinión no existe ningún ídolo por encima de las camisetas.
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