Conforme a la legislación del país, los fiscales de Osijek se refirieron a "un ciudadano croata nacido en 1985". Según los medios locales, se trata del jugador de fútbol, bajo investigación desde junio.
El "delito penal de falso testimonio" contempla según el código penal croata una pena de entre seis meses y cinco años de prisión.
Su acusación está ligada a la firma de su contrato profesional con el Dinamo Zagreb en 2004, en el que se fijaron las condiciones para un futuro traspaso.
Modric fue convocado a ofrecer su versión de los hechos el 13 de junio de en Osijek, en el proceso de Zdravko Mamic, de 57 años, hombre fuerte y controvertido del fútbol croata, sospechoso en varios casos de malversación.
La justicia croata sospecha que el antiguo presidente del Dinamo Zagreb había desviado con sus presuntos cómplices 15,6 millones de euros, principalmente en traspasos fraudulentos, escondiendo a hacienda 1,6 millones de euros.
En el juzgado de Osijek, Modric, de 32 años, declaró que firmó en 2004 un anexo con Mamic que preveía que le pagaría la mitad de las primas de traspasos que recibiría.
Modric había dicho en 2015 a los investigadores que este anexo había sido firmado de manera retroactiva cuando ya jugaba en Tottenham, por el que fichó en 2008 procedente del Dinamo. En 2012 se uniría al Real Madrid.
En su testimonio durante la investigación, Modric había explicado además que había pagado en efectivo a la familia Mamic unos 7 millones de euros de los 9 que llegaron a su cuenta por su traspaso.
En el tribunal, con problemas para controlar sus nervios, Modric no intercambió miradas con Mamic, su hermano Zoran y otro dirigente del Dinamo.
Mamic es un personaje temido en el fútbol croata. Muchos aficionados le acusan de controlar la federación y que el antiguo internacional Davor Suker, actual presidente, es únicamente su marioneta.
Según los medios locales, asegurar la neutralidad de los jueces fue la razón de llevar el proceso a Osijek, debido a que los vínculos de Mamic con algunos jueces de la capital son muy estrechos.
Mamic denuncia un proceso "político" y describe a los fiscales anticorrupción como "mentirosos y manipuladores".
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